Los relatos sobre la “Ciudad Blanca” se remontan, al menos, a la época de la conquista española. Este fascinante enigma ha perdurado durante siglos en la selva hondureña, alimentando la imaginación de exploradores y arqueólogos. El sitio, también conocido como la Ciudad del Dios Mono, es uno de los mayores secretos de La Mosquitia.
Los Orígenes Coloniales del Mito
El primer registro conocido de esta ciudad perdida proviene del conquistador Hernán Cortés, quien la menciona en 1526 en su Quinta Carta al emperador Carlos V. Cortés relata haber escuchado sobre ingentes riquezas en la zona y le otorga los nombres de Hueitapalan, en lengua maya, y Xucutaco (o Axucutaco), en lengua náhuatl.
El obispo Cristóbal de Pedraza (1485-1555) también se refiere a ella en su Relación de la Provincia de Honduras y Higueras (1544), donde asegura haberla divisado a la distancia como “una vasta urbe de piedra blanca en un valle”, aunque no llegó a visitarla.
La Ubicación: Entre Ríos y el Infierno
La mayoría de los testimonios ubican la ciudad en algún punto del trayecto del río Plátano (actualmente una reserva natural) o en la proximidad de una zona de rápidos en el cercano río Patuca, conocida de forma dramática como Puerta del Infierno.
- Región Inaccesible: Incluso para la década de los 30, esta era una región particularmente densa e inaccesible del territorio de La Mosquitia.
- Peligros Naturales: Durante la temporada de lluvias, ambos ríos tienden a desbordarse, multiplicando notablemente su caudal y abriendo nuevos lechos temporales que obstaculizan aún más el tránsito y la exploración.
Mitos y Profecías Indígenas: La Maldición de Kao Kamasa
En su tradición oral, los Pech hablan de un sitio mítico denominado la “Casa Blanca” (Kao Kamasa), que fue engendrada por el relámpago y el trueno bajo el poder del dios Wata.
Allí se erigieron grandes estructuras de piedra blanca y colosales estatuas de animales y hombres. Allí, afirman, moraron los Antiguos, pero la ciudad fue precipitadamente abandonada tras padecer una terrible maldición.
Un explorador a principios de los años 30 menciona que los aborígenes creían que quienquiera que visitara la ciudad en ruinas quedaría bajo el influjo de la maldición y moriría por la mordedura de una serpiente en menos de un día.
Según otra versión, la Ciudad Blanca sería el lugar al que los “Dioses” o los “Ancestros” se habrían retirado tras la llegada de los españoles.
La Ciudad del Dios Mono
Otros relatos sostienen que la ciudad es igualmente conocida como la Ciudad del Dios Mono. Según esta interpretación, habría sido edificada y habitada por los Ulaks, seres híbridos de hombre y simio que celebraban allí ritos oscuros.
- Memoria Fragmentada: De los Ulaks solo queda una memoria fragmentada en las costumbres de los nativos.
- Historias Siniestras: Incluso se narra cómo en ocasiones estos seres siniestros secuestraban a las mujeres de las comarcas circundantes para conducirlas a la ciudad.
El Paralelismo Maya con Hun Batz’ y Hun Choven
Existe un dios-mono, o una pareja de deidades simiescas gemelas, en la cosmovisión maya (Hun Batz’ y Hun Choven en el Popol Vuh), donde servían como patronos de las artes, la historia y la profecía. Aunque se desconoce la conexión directa con estas ruinas, la iconografía ha marcado la leyenda.
Descripción General y Teorías Culturales
En términos generales, las descripciones aluden a una urbe monumental, circunscrita por un elevado muro de piedra blanca, con varias pirámides y estructuras parcial o totalmente cubiertas por la selva.
Se menciona un paseo principal franqueado por estatuas gigantescas que simbolizan a diversas bestias de la jungla.
Las hipótesis sobre los moradores de esta Ciudad Blanca son variadas:
- Pueblos Ancestrales: Los vínculos se extienden a los mayas, los chorotegas, los olmecas o con pueblos aún más ancestrales.
- Hipótesis Exóticas: Hay incluso quienes han querido ver (como en otros enigmas americanos) la huella de las tribus perdidas de Israel, aunque estas ideas carecen de respaldo arqueológico.
¿Qué piensas sobre la Ciudad Blanca?
La Ciudad Blanca sigue siendo uno de los grandes enigmas de Honduras y del continente americano. ¿Crees que sus ruinas esconden secretos de una civilización completamente distinta a sus vecinos?
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